Category Archives: Apunts

Sobre el reformismo

Comparteixo un fragment del llibre “Lenin (la coherencia de su pensamiento)” de G. Lukacs en que aborda una explicació de què és el reformisme i les seves causes.

‘[…]
Es evidente, sin embargo, que toda condena del oportunismo y de su toma de posición ante la guerra que no lo conciba como una corriente – históricamente detectable- del movimiento obrero, valorando su actualidad como el fruto orgánicamente maduro de todo su pasado, es incapaz de elevarse a la más elemental altura de una discusión realmente marxista, y es incapaz también de extraer de dicha condena sus concretas consecuencias prácticas, necesarias en el momento de la acción, así como también tácticas, aplicables al terreno de la organización.

Para Lenin, y una vez más sólo para Lenin, estaba claro desde el estallido de la guerra mundial que la actitud de Scheidemann, Plejánov, Vandervelde, etcétera, ante la guerra, no era sino la lógica aplicación de los principios del revisionismo a la situación actual.

Pero, ¿cuál es -en suma- la esencia del revisionismo? En primer lugar, intenta superar esa “unilateralidad” del materialismo dialéctico, en virtud de la cual éste considera la totalidad de los fenómenos del acontecer histórico-social exclusivamente desde el punto de vista de clase del proletariado. Su punto de vista, por el contrario, es el de los intereses de la “sociedad entera”. Pero como estos intereses globales – concretamente considerados- no existen en absoluto y como lo que podría parecer tal cosa no pasa de ser el resultado momentáneo de la interacción de las diferentes fuerzas clasistas que luchan entre sí, el revisionista concibe el resultado siempre cambiante del proceso histórico como un punto de partida metodológico invariable. Con lo cual invierte también las cosas en el plano teórico.

Prácticamente considerado, el revisionismo es -dado su punto de partida teórico- un compromiso constante y necesario. El revisionismo siempre es ecléctico; es decir, intenta suavizar -ya en el propio plano de la teoría- los conflictos entre las clases, neutralizándolos entre sí, con el fin de convertir su unidad -unidad que anda cabeza abajo y que, en realidad, sólo existe en su cabeza- en el criterio para enjuiciar los acontecimientos.

He aquí por qué el revisionista rechaza -en segundo lugar- la dialéctica. Porque la dialéctica no es otra cosa que la expresión conceptual de la evolución de la sociedad, una evolución que tiene lugar, en realidad, a fuerza de contradicciones, contradicciones (entre las clases, así como la esencia antagónica de su ser económico, etc.) que constituyen el núcleo y fundamento de todo acontecer, de tal modo que una “unidad” de la sociedad, en tanto ésta descanse sobre una estratificación clasista, no puede ser sino un concepto abstracto, el resultado -pasajero- de la interacción de estas contradicciones.

Y como la dialéctica -en cuanto método- no es más que la formulación teórica del hecho de que la sociedad avanza a través de una serie de contradicciones, pasando de un contrario a otro, es decir, revolucionariamente, el rechazo teórico de la dialéctica implica necesariamente la ruptura total con cualquier posible comportamiento revolucionario.

En la medida en que los revisionistas -en tercer lugar- se niegan a reconocer la realidad de la dialéctica como movimiento de contrarios que da siempre lugar a algo nuevo, como algo realmente existente, se ven privados en su pensamiento de la dimensión histórica, de lo concreto, de lo nuevo. La realidad que experimentan está subordinada a unas “eternas leyes de bronce” que actúan de manera esquemática y mecanicista, y que -de acuerdo con su esencia- producen siempre lo mismo, y a las que el hombre está sometido, por una especie de fatalidad, como a las propias leyes de la naturaleza.

De manera, pues, que basta con conocer estas leyes de una vez por todas para saber cómo habrá de ir evolucionando el destino del proletariado. Suponer que pueden presentarse situaciones nuevas, no sometidas a estas leyes, o situaciones cuya resolución dependa de la decisión del proletariado, es, para los revisionistas, muy poco científico. (La supervaloración de las grandes individualidades, de la ética, etc., no es sino el complemento necesario de semejante concepción.)

Estas leyes son, sin embargo -en cuarto lugar-, las leyes de la evolución capitalista, y subrayar su validez intemporal y suprahistórica implica que para el revisionista la sociedad capitalista es, como para la burguesía misma, la realidad, es decir, una realidad inmutable en lo esencial. El revisionista no considera ya a la sociedad burguesa como algo surgido históricamente y, en consecuencia, condenado a perecer históricamente, ni a la ciencia como el medio idóneo para determinar el momento de esta decadencia y trabajar para acelerarlo, sino -en el mejor de los casos como un medio para mejorar la posición del proletariado dentro de la sociedad burguesa. Todo pensamiento que vaya prácticamente más allá del horizonte de la sociedad burguesa es, para el revisionismo, una ilusión, una utopía.

De ahí que -en quinto lugar- adopte una posición política “realista”. Sacrifica en todo momento los verdaderos intereses de la clase obrera en su totalidad, cuya consecuente defensa califica de utópica, a los intereses inmediatos de determinados grupos. Es evidente -incluso a la luz de estas breves reflexiones- que el revisionismo puede llegar a convertirse en una verdadera corriente del movimiento obrero únicamente porque la nueva evolución del capitalismo permite mejorar económicamente a ciertas capas obreras -aunque sólo sea pasajeramente. Y también porque la estructura organizativa de los partidos obreros asegura a estas capas y a sus representantes intelectuales una influencia superior a la que pueden ejercer amplias masas revolucionarias -aunque no lo sean sino de manera confusa e instintiva- del proletariado.

Todas las corrientes oportunistas comparten un mismo denominador: no considerar jamás los acontecimientos desde el punto de vista de clase del proletariado, cayendo así en una “Realpolitik” (política realista) ecléctica, ahistórica y no dialéctica; esto es lo que unifica sus diferentes concepciones de la guerra y las presenta, sin excepción, como necesaria consecuencia del revisionismo anterior. La incondicional sumisión del ala derecha respecto de las potencias imperialistas de su “propio” país, es la consecuencia orgánica de una concepción según la cual la burguesía -no sin ciertas reservas, en principio- es la clase rectora de la evolución histórica y el proletariado debe apoyarla en su “papel progresista”.

Cuando Kautsky califica a la Internacional de simple instrumento para la paz, inutilizable a efectos bélicos, no dice en realidad cosa muy distinta de lo que decía el menchevique ruso Tscherewanin al estallar en lamentos a raíz de la primera revolución rusa: “En plena llama revolucionaria, sin embargo, cuando los objetivos revolucionarios parecen al alcance de la mano, que difícil resulta esbozar la vía de una táctica menchevique razonable”, etc.
[…]’

Aqui teniu el PDF de tot el text

Objectius polítics a la ciutat

Reprenc l’activitat al blog per compartir apunts i pensaments sobre la situació dels moviments socials i populars (per posar un nom, en parlarem) a Sant Cugat. Fa ja un bon grapat de temps que he deixat l’esquerra organitzada, i de mica en mica m’ha anat donant una perspectiva que intento aportar i compartir aquí.

La prèvia

Qui es dedica més o menys a intentar canviar la ciutat ja coneix el context (20 anys d’història de lluita juvenil, història dels moviments socials, evolució i perfil sociològic de la ciutat, urbanisme, tendències de vot, interessos i preocupacions ciutadanes, etc.). Així que la xapa que se la faci cada un. La prèvia no és tan prèvia, però tot plegat cal tenir-ho en compte. El que vull és centrar-me en les fites recents que marquen a on estem ara els moviments socials i populars, moments de cristal·lització en què es transcendeixen els marcs previs.

Segurament un punt d’inflexió en aquest sentit és l’entrada de la CUP a l’ajuntament amb 2 regidors, i la gran feina feta durant 4 anys, inclòs l’acord amb PC per arribar a ser-ne 4. Tot plegat com a cristal·lització d’anys de lluita. L’assoliment de 5561 vots significa una un nivell d’extensió social important respecte el que són els moviments socials i populars, així com una identificació amb la idea que representava la CUP en la comtessa electoral. 5561 que és un gran avanç però que representa només un 15% de l’electorat. Aquest punt d’inflexió tinc la sensació que es va viure com un «assalt als cels», sent percebut -inconscientment- per molta militància com un limit al que no es pot espirar superar i que cal centrar-se a gestionar. Però, al meu entendre, a diferència de la primera legislatura la dinàmica de contraproposta està faltada d’una proposta global o de projecte per la ciutat.

Per aquest motiu i segurament d’altres penso que s’ha perdut part de l’embranzida que hi havia. Potser perquè ara ho miro des d’un lloc diferent, i no és per fer un «cualquier tiempo pasado fue mejor». Penso que hi ha hagut molts canvis en les condicions en què la CUP ha de desenvolupar la seva tasca que hi han jugat un paper important, però una cosa no treu l’altre. En tot cas, no crec que hi hagi un horitzó sociabilitzat entre la militància d’objectiu comú, ni en la CUP ni en la resta de moviments socials i projectes transformadors.

En el context del canvi de la situació prèvia a la descrita es va coure la idea de Cal Temerari. En el foc lent del transcendir sectors socials neix com un projecte no adreçat ni pensat per a l’EI, amb una reflexió de base que buscava respondre: quina és la majoria social que ha de canviar aquesta ciutat? I en aquest sentit ha vingut fent feina, però també és cert que com a projecte està ben sol en aquest plantejament com a projecte per la ciutat, i en cas que es tracti d’un avanç de poc serveix si no el fa tothom que l’ha de fer.

El resum ve a ser que hi ha una massa crítica de moviment socials significativa, una massa de militància també important, però amb objectius polítics -en el sentit genuí de la paraula- generals de ciutat dispersos i poc relacionats amb cap tàctica desplegada.

Objectius polítics

L’anàlisi socioeconòmic de la ciutat deixa clar que vivim en una ciutat injusta, amb elements d’injustícia propis més enllà de viure en un sistema injust. La necessitat de transformar-la és doncs imperiosa i un objectiu en si mateix. En aquest sentit, com a corol·lari, la creació, acumulació i conquesta de poder en les seves diverses formes passa a ser també un objectiu. Val, si, acabo de dir una obvietat, el tema és, en base això, com seguim?

Crec que és bastant de manual que cal que els moviments populars ens marquem objectius assolibles a mig (~8-10 anys) i llarg (~20 anys) termini. També crec que la creació i acumulació d’espais de poder (popular) serà avaluable principalment per la capacitat de permetre o no una conquesta de poder institucional en unes eleccions municipals. Penso que un full de ruta en aquest sentit ha d’ubicar una cristal·lització electoral a mitjà termini. Clar està que no tot el poder està en les institucions, però el quid pro quo dels dins-fora pren sentit quan hi ha les dues potes, i alhora la pota electoral no deixa de ser la prova del cotó de la capacitat d’aglutinació popular amb un projecte construït fora.

Així doncs, per passar d’objectius a l’estratègia sorgeix ja l’element clau, quin és aquest projecte? Parlem d’un projecte que ha de ser capaç d’aglutinar lluites i reivindicacions parcials a una global. Un projecte que interpel·li i aglutini els subjectes necessaris per representar una majoria a Sant Cugat que permeti cristal·litzar en un ens -molt possiblement un govern de la ciutat- que pugui desenvolupar aquest projecte transformador.

Crec que un punt clau és comprendre que un projecte per la ciutat no serveix per demostrar cara endins ni els nostres brillants anàlisis la capacitat de radicalitat de les propostes, sinó que, al meu entendre, la gràcia de pensar un projecte per aquest objectiu és el de ser quelcom realitzable en el temps i la forma marcada, no té sentit anar més enllà (en què és l’àmbit de la propaganda), sinó que ha de servir de palanca per aglutinar a qui mai hem pensat a aglutinar, doncs és l’única forma d’avançar posicions. O potser no l’única, en èpoques de travessa del desert s’ha fet «picant pedra», cert, però no estem ja en aquest context, i almenys jo si faig política no és per resistir, és per guanyar. Així doncs s’ha d’entendre un programa com a eina per la construcció de la UP.

Marc mental i subjectes polítics

Així doncs s’obre una nova qüestió, qui pot ser aglutinat per un projecte transformador de ciutat? El més possible és que aquest qui no existeixi i s’hagi de crear/construir, tot i així aquesta construcció serà, en part aglutinació en part suma de gent interpel·lada directament.

Si quelcom dificulta aquest punt és l’hegemonia convergent en la ciutat, i dic hegemonia no com a sinònim de majoria, sinó perquè en el marc mental de tothom representa el bo i millor de la ciutat, culturalment hi ha una identificació entre CDC i Sant Cugat. En aquest sentit és més que rellevant 2 elements de la política desenvolupada per CDC a la ciutat:

  • Xarxa clientelar: el conjunt d’entitats i «grups» que viuen de tenir una bona relació amb el govern municipal -és a dir amb CDC- és gran i divers. Alguns d’ells totalment acrítics, altres amb elements crítics però totalment o pràcticament dependents. També cal destacar la política de cooptació activa com per exemple amb associacions de comerciants, en certa manera la unió o algunes entitats de cultura popular.
  • Ampli marge programàtic: un altre element és la dificultat de des dels espais actuals llençar polítiques de confrontació, ja que amb l’ampli marge polític de CDC es poden permetre fer seves propostes eminentment nostres, per exemple el nou tracte amb DSS, el desplegament de l’economia social, la participació, polítiques d’igualtat… En aquest sentit CDC a Sant Cugat no és tant una força electoral més sinó el partit hegemònic, del govern i amb marge per incloure el que faci falta en la seva tasca de govern.

Així doncs el marge de partida és estret en l’àmbit de proposta, cosa que ens ha impulsat a moviments socials i col·lectius a créixer més per identificació sociocultural que per adscripció programàtica, dinàmica amb la qual hem de ser autocrítics.

Així doncs cal veure quins subjectes, col·lectius i idees poden ser susceptibles d’articulació. A tall d’esbós comento alguns dels més recurrents.

Podem començar pels grans temes clàssics de la ciutat, com el problema de l’habitatge, les diferències centre-districtes, l’extinció del comerç local o l’espai pel jovent. Són tot qüestions que generen un ampli consens social però que en cap moment han articulat un moviment al seu voltant, amb excepció d’algunes plataformes efímeres, des de l’APH a l’Aplec Jove, però en cap gas transcendint més enllà de les persones més implicades i l’entorn més proper. On sí que trobem un exemple significatiu és a la floresta on sí que hi ha una dinàmica popular que mica a mica va cristal·litzant. Un altre gran tema és el de la gestió de l’espai públic, que genera 2 consensos bastant clars, per un ús extensiu i per un ús restrictiu, però en una dinàmica més de grups d’interès (entitats – veïns de places saturades) que d’interès social col·lectiu, si bé és cert que és un dels pocs temes que mou passions a escala de ciutat.

Altres temes més amplis que transcendeixen la dinàmica particular santcugatenca com les qüestions de classe / dalt-baix, etc. tenen unes xifres que sustenten dos grups ben clars i polaritzats, també distribuïts geogràficament, però cristal·litza en dinàmiques electorals sense una articulació social més enllà d’alguna associació de veïns enquistada. L’experiència de la PAH en aquest sentit potser va fer el primer pas en el camí, quedant molt lluny, i constatant la dificultat de transcendir l’individualisme fins a fracassar, però cal senyalar la identificació social positiva amplia que va generar. També la qüestió de la immigració ha canalitzat més en grups d’interès que en moviment o sentiment col·lectiu. Pel que fa a les iniciatives de cooperació amb el 3r i 4t món si bé numèricament també són significatives les xifres (% de persones que necessiten Càritas, per exemple) ha estat activament i eficaç invisibilitzada i particularitzada per la gestió institucional.
Parlant del teixit associatiu cal reconèixer que és difícilment interpel·lable en clau de ciutat. Tant en l’àmbit esportiu com en l’àmbit cultural malgrat que representar un % de la població important no ha transcendit pràcticament mai l’àmbit de la reivindicació corporativa, tot i ser temes de ciutat com la manca d’instal·lacions. Pel que fa el teixit associatiu entorn de la cultura popular sí que participen de la imatge de ciutat, però més com a mostra d’aparador que com a subjectes vius fora de la seva pròpia dinàmica. Un altre teixit en extinció però existent i amb certa càrrega de legitimitat són les associacions de veïns amb les que hem comptat però no hem treballat per articular ni revifar.

Ara bé, si hem de parlar d’identificació social a Sant Cugat cal parlar de la marca/model Sant Cugat, comerç, zones de vianants, verd i parcs infantils. Funciona per activa en les persones que han vingut a viure a la ciutat atretes justament per això, i per passiva perquè als que en patim l’altra cara en última instància en som habitualment acrítics. En aquest marc mental, embolcallat en la «eficiència de la gestió» municipal no hi tenen cabuda ni les situacions de corrupció legal que han quedat totalment invisibilitzades ni la convivència amb les poques famílies «de tota la vida» que viuen rendes de les seves propietats immobiliàries i que són d’interessos fàcilment vinculables amb les polítiques urbanístiques i de ciutat.

Relacionat amb aquest aspecte sí que cal parlar de la dicotomia discursiva poble/ciutat que sí que opera en diversos sectors santcugatencs. La metàfora de l’exalcalde Recoder emmarcada justament en aquest model Sant Cugat de bon viure donant l’afegitó de «i amb folklore local» ha tingut bastant de recorregut i ha permès aglutinar sota la identificació de «poble» diversos sectors socials implicats en entitats, especialment relacionats amb la cultura popular. Però en aquest sentit com comentàvem qui encarna principalment aquest «poble» no té una veu pròpia que transcendeixi la seva pròpia activitat. Caldrà reflexionar quin recorregut té i fins a on pot aglutinar i generar identificació i per tant valdre la pena de batallar.

Recapitulant, cap problema santcugatenc ni situació ni col·lectiu articula o pot articular fàcilment cap idea de projecte col·lectiu, malgrat sigui objectiu que hi ha problemes transversals. En aquest sentit queda clar que és difícil plantejar directament un procés d’aglutinació.

Una altra anàlisi, que ja correspon més a qui hi vulgui participar és de qui ha d’impulsar un projecte per la ciutat i a través de quins espais o plataformes s’ha d’impulsar. Aquí dins hi ha d’haver un rol de lideratge tot i que ara mateix no s’albira qui està en condicions de perdre’l. Segurament la resolució d’aquestes disjuntives anirà relacionada amb el procés previ de mobilització, desgast i la creació de nous actors socials.

Estratègia

Cal pensar bé com entenem la unitat popular. No podem basar una estratègia que busqui conquerir posicions significatives merament en l’aglutinació de sectors ja organitzats o existents, com es desprèn del punt anterior. Primer perquè molts d’ells que són objectivament necessaris ja s’ha comprovat que no tenen interès a sumar-se en els projectes/plataformes ja existents. Segon perquè aquí només hi ha una part d’aquella gent que ens fa falta.

En aquest sentit cal fer un apunt pel que podem anomenar «efecte ADS». Igual que salvant les distàncies va passar amb la PAH. És una condició necessària per desenvolupar aquesta estratègia la capacitat de superar -per desbordament polític, d’abast, pràctica i proposta- les dinàmiques de sectors i partidistes en les diverses plataformes unitàries. En aquest sentit, segurament per l’àmbit més acotat, és un exemple la plataforma pel 8 de març. Emperò el projecte que millor mostra aquesta dinàmica d’integració i superació és Cal Temerari.

Aquestes observacions ens porten inevitablement a observar críticament la falta de dinàmiques de formació i de convenciment a través de la discussió d’aquells amb qui tenim diferències de diversos tipus. Cal veure quines dinàmiques cal engegar des de ja per construir una massa militant amb capacitat de treball i política per ser una eina per impulsar una proposta d’aquests tipus. Cal també distingir el paper de liderar la construcció d’espais amplis sabent acceptar l’heterogeneïtat en els mateixos. Cal saber integrar aquells sectors socials i activistes necessaris que se sumaran a fàcilment a diverses iniciatives però difícilment la lideraran.

És a dir, l’aposta per la UP no pot ser estrictament nominal, i comporta necessàriament la sortida de la zona de confort militant i ideològic dels projectes que s’hagin de desenvolupar. Això no vol dir que no sigui necessari un alineament previ entre aquells i aquelles que estem per desplegar un projecte d’UP a la ciutat.

En aquest sentit cal reconèixer que la CUP té un potencial que no està desplegant, i caldria veure fins a quin punt és qui ha d’aglutinar arribats a cert punt de creixement. Pot jugar un paper d’embranzida inicial, d’articulació i sobretot de cantera d’aquella gent que haurà d’estar al peu del canó. Però no està clar que pugui ser qui dugui a terme una catalització en poder institucional d’aquest projecte. Segurament no podem descartar una plataforma àmplia aglutinada entorn a un projecte alternatiu al de CDC contenint diverses organitzacions polítiques i socials.

Cal començar ja a esbossar quins poden ser els elements aglutinadors, a partir de l’estudi socioeconòmic, però també cultural. Cal avançar des de ja en la construcció de relats, primer de desgast després de contraprojecte. I més enllà? Segurament una fórmula possible seria, arribats a aquest punt, una proposta del tipus plataforma programàtica de N punts

Primers passos

Fins aquí la diarrea mental… segurament siguin reflexions ja fetes per molts i també compartides, potser no aporten res i és un mer exercici de politòleg amateur o un exercici d’heretgia podemita. En tot cas, encara que només serveixi per motivar i compartir ja val. Si a algú li ha semblat interessant comparteixo alguns dels passos més immediats que al meu entendre caldria engegar en el si dels moviments socials de Sant Cugat:

  • Cal transcendir les dinàmiques pròpies de cada col·lectiu, fomentar el debat entre uns i altres, la coneixença i compartir reflexions amb un horitzó compartit, encara que difús. Ha de servir per facilitar la sortida de la zona de confort i les resistències particulars.
  • Cal engegar urgentment dinàmiques de formació política en diversos àmbits, des de la gestió, el coneixement d’experiències enriquidores i ampliar la formació política de fons.
  • Cal un espai ampli i obert per fomentar el debat sobre aquestes qüestions, vèncer les reticències internes i socialitzar una visió compartida, també transcendint pròpiament col·lectius i moviments. Espais de debat que no poden ser esporàdics ni autoreferencials.
  • Finalment, cal plantejar el rol d’entitats i projectes perifèrics i quines apostes cal enfortir per armar-nos per a la construcció dels relats necessaris.

Ressenya: Podemos seguir siendo de izquierdas?

Reprenc l’activitat al blog per parlar avui d’un llibre del “SAR”.

Portada_podemos_2a_web“Podemos seguir siendo de izquierdas? (Panfleto en sí menor)” de Santiago Alba Rico està editat per Pol·len edicions i ja està apunt la segona edició amb pròleg de David Fernandez.

Si s’hagués de definir en una sola paraula clarament seria: indispensable. En un temps en què l’esquerra radical creix exponencialment en base, en representativitat institucional i en altaveus aquesta obra introdueix un arsenal d’anàlisis que permeten redefinir l’arquitectura teòrica de les propostes transformadores.

L’autor planteja des de un gran bagatge teòric noves perspectives d’interpretació i valoració d’artefactes polítics com l’Estat i el Dret. Des de la filosofia més elemental avança fins a plantejar noves interpretacions del rol social i històric d’aquestes institucions, així com de la Història mateixa.

“[…] Si la política es inevitable desde el momento en que la Sociedad tiene que hacerse cargo de la Historia para sobrevivir, un proyecto histórico de izquierdas, obligado a articular en el mismo bastidor naturaleza/sociedad/historia, debe ser, a mi juicio, revolucionario en lo econnómico, reformista en lo institucional y conservador en lo antropológico.”

El que en els principis de les argumentacions sembla una banalització interclassista o que obvia la tradició marxista i de l’esquerra en general acaba essent sempre una construcció teòrica paral·lela a la clàssica que més enllà de que es comparteixi o no obliga a qualsevol ment desperta a reflexionar-hi profundament; que ja és molt.

Del llibre destacaria dues tesis principals, entre moltes altres:

  • La primera perfectament resumida per l’autor és que “l’esquerra ha de ser revolucionària en allà econòmic, reformista en allà institucional i conservadora en allò moral”.
  • La segona -compartida amb la obra dels companys intel·lectuals de l’autor Luis Alegre Zahonero i Carlos Fernandez Liria “El Orden en el Capital”– és la incompatibilitat de la moral més bàsica (posant com exemple els 10 manaments cristians), el Dret i la Democràcia amb el capitalisme, i per tant el caràcter rupturista de defensar-les.

Així doncs “Podemos seguir siendo de izquierdas?” és una cop de mall al discurs esquerranista que emergeix en els portaveus a l’us de les esquerres més transformadores. Un cop sobre la taula per forçar a la reflexió i a la complexificació dels discursos polítics de l’esquerra, és també un arsenal argumental i discursiu que per subscriure o desaprovar les tesis que defensa cal incorporar per poder explicar i transformar la realitat complexa en la que vivim.

“La pretensión de ciertas izquierdas estalinistas de que habria algo así como una instancia ética ontológicamente irreductible, previa y posterior, siempre vigente, siempre pregnante, siempre irrigando desde el futuro todos nuestros gestos, una especie de ‘suspensión moral de la moral’ […] que nos permitiría por el camino utilizar todos los medios, es tan sofística y religiosa como la infalibilidad del Papa o la inexorabilidad del Neoliberalismo.”

Julià Mestieri.

Tàctica i estratègia

Notes de la meva intervenció a l’acte d’Arran del dia 6 de febrer al C.P. La Guitza.

Comparteixo els apunts sobre tàctica i estratègia després de comprovar l’escassetat de materials d’introducció a aquests conceptes per la praxis revolucionaria, així com al de la Unitat Popular -que era el tema de la xerrada-, més enllà dels Quaderns d’educació popular de Marta Harnecker.

Els conceptes de tàctica i estratègia són eines conceptuals que permeten ordenar l’acció per la consecució d’uns objectius donats. Aplicables en múltiples àmbits com per exemple el militar són de gran utilitat alhora de pensar la praxis de la política revolucionària. Els presentem seguint la metàfora d’un camí:

  • Objectius: És el lloc al que volem arribar en última instància, el objectiu últim pel que treballem o pel que ens proposem fer un pla de treball o estratègia. Podria ser per exemple transformar la societat en més justa, acabar amb l’explotació de l’home per l’home…
  • Estratègia: El camí que ens marquem seguir per arribar al nostre objectiu. Poden haver-n’hi diferents, més llargs o més curts, més planers o menys, i també alguns que es perdin dins del bosc. Compren doncs el conjunt d’anàlisis i plans que organitzem per ordenar la nostra intervenció política, poden anar des de la lluita armada a la conquesta de les institucions, passant per la unitat popular.
  • Tàctica: Cada un dels passos que donem en el camí marcat, cada etapa que recorrem. Compren el conjunt d’accions con cretes que duem a terme. Accions concretes, aliances teixides, fronts electorals, espais unitaris de lluita… son exemples de tàctiques a seguir.

Evidentment per la consecució de uns objectius donats podem desenvolupar estratègies simultànies, paral·leles en diversos fronts. Així mateix també ens podem marcar objectius parcials.

Com veieu pràcticament per cada objectiu o cosa que vulguem fer a la vida podem tenir una estratègia i una tàctica. El trident objectius-estratègia-tàctica no són categories absolutes, sinó eines que ens ajuden a pensar i estructurar la nostra pràctica política.

Ambperò cal diferenciar. Els objectius són fruit de la voluntat, individual o col·lectiva, en canvi la estratègia i la tàctica son fruit de l’anàlisi de conjectura, històric, sociològic…

Així doncs, recapitulant pràcticament podem entendre que com a organitzacions polítiques amb uns objectius definits hem d’elaborar estratègies i tàctiques necessàries per aconseguir-los. L’elecció de l’estratègia correcte és el resultat d’un bon anàlisis de la situació i d’una bona lectura política del moment.

Masculinitat feminista

Com és lògic, és habitual que qui més parli de feminisme siguin les dones. Més en els moviments polítics transformadors, on hi ha lloc per l’organització i desenvolupament de la consciència política i feminista i, més encara, si estan normalitzats els espais no mixtes de dones. Malgrat la necessitat d’aquests espais, són una arma de doble fil pels moviments socials i polítics. Doncs faciliten que els companys i companyes menys conscients els hi deleguin la lluita antipatriarcal, o el que és més greu, l’anàlisis, reflexió i pràctica entorn l’opressió de gènere.

El corol·lari més evident d’això és que els homes que militem en espais (formalment) antipatriarcals, però no de militància exclusivament antipatriarcal, sovint oblidem el treball en aquest sentit -o ens limitem a les dinàmiques assemblearies-. Per això, crec que fa falta obrir el debat sobre la masculinitat des de la perspectiva dels homes, i encara més, per als homes.

No cal discutir aquí perquè la masculinitat hegemònica patriarcal ha de desaparèixer, sinó com i des d’on fer-ho i sobretot què posar-hi en el lloc que aquesta ocupava. Aquest és un procés que ha de ser transformador com a procés, no només pel lloc d’arribada.

Des dels moviments feministes s’interpel·la als homes en clau de (potencials) agressors (estructurals), i ja és motiu suficient per treballar per eliminar la masculinitat patriarcal, però cal anar més enllà:

  • Aquesta masculinitat ens és quelcom imposat -que no és nostre- i ens hem de plantejar si la volem o no, com la pressió estètica o el consumisme.
  • És quelcom que limita la nostra forma ser persona, doncs ens condiciona poder desenvolupar-nos lliurement amb patrons, pors i prejudicis cap a un mateix (autoodi) i ens força a eliminar algunes de les nostres expressions.
  • És una masculinitat autoagressiva per aquelles persones que com demanava el Che “senten en el més profund del seu ser qualsevol injustícia comesa contra qualsevolc a qualsevol part del món”, «la qualitat més bonica de qualsevol revolucionari» deia ell. No hem d’oblidar que per moltes dones els homes no som més que potencials violadors caminant pel carrer.

El problema està en com fer-ho. Segurament, el més habitual, és un procés de negació sense una autocrítica forta l’origen d’on surt el que s’ha de negar i que per tant per molts homes deriva en autonegació. Aquest acostuma a ser el principal impuls de molts homes sensibles amb les aportacions feministes sobre nosaltres, però clarament mancat d’una perspectiva autocrítica i d’autoconstrucció.

En entorns militants, ens hem acostumat a veure homes que es contenen amb el que els hi sortiria de ser o fer, però que es desencadena en moments de desinhibició. Reprimir l’expressió de quelcom que se sap incorrecte, sense destriar-ne l’origen, és un camí de curt recorregut que genere monstres i sobretot frustració.

No es tracta d’aniquilar-se a un mateix i la pròpia forma de ser sinó de construir-se com a quelcom nou. Evidentment ens cal deconstruir d’allò que tenim a dins i que ja (gairebé) forma part de nosaltres i no volem, però a més a més ens cal saber què ser. Ens cal trobar una forma de ser que nosaltres vulguem, per iniciativa pròpia i no només a la contra, per què un cop buidats de les imposicions masclistes del patriarcat el fet de ser home s’ha d’omplir de quelcom que valgui la pena ser viscut.

Això que ens cal construir pot ser qualificat de «masculinitat feminista»? Jo crec que si. Una forma de ser home sense restes del patriarca. Clarament es tracta d’un camí personal de cada un, que com tot millor si és construït en col·lectiu. Justament, com que allò personal també és polític em permeto alguns apunts.

  • El poder, les formes de micropoder que tenim minut a minut en pràcticament qualsevol quotidianitat. El primer pas és, òbviament, no exercir aquest poder, però penso que la nostra contribució més valuosa està en eliminar l’existència de moments de poder, més que de deixar-los a l’aire (que seria el primer pas). Una idea:
  • La vivència del desig i la cosificació parteix inevitablement de l’assumpció d’estar en una posició de poder accedir -i fins i tot consumir- relacions i cossos. És una posició molt angoixant per viure en societat i, segurament, el primer que cal per transformar-ho seria sentir-ho així. Envoltats de relacions socials i personals és molt més plaent viure i sentir a la gent com a iguals on el desig cosificat sembla més una escopinada a la cara que una altre cosa. Entrar en el tema del plaer s’escapa de l’abast d’aquesta entrada però podem apuntar que pensar en el plaer com viure només el propi és una visió amb una tanca al mig del camí, que darrere amaga un gran recorregut.
  • Els micromasclismes i relacions de tracte quotidià. No cal més que agafar el millor de la teoria queer en quant a la diferència entre home i dona, que és que no n’hi ha cap de significativa. Moltes dones poden tenir més trets masculins que molts homes i a la inversa. Pensar en persones malgrat semblar un tòpic, certament, permet una forma de ser home molt més humana: es tracta d’una eina molt potent per trencar amb el binarisme i els rols imposats, amb els que poques persones ens identifiquem i que transgredim a diari.

La lluita feminista és una de les més exitoses al llarg de la història recent, però malgrat haver guanyat moltes batalles segueix essent necessari obrir nous fronts en aquesta guerra sense treva. Espero que aquestes reflexions ajudin a continuar obrint aquest nou front de lluita, si desperten interès hi seguirem treballant.

Machete al machito!

 

Julià Mestieri – @julimestieri

Entendre Podemos (?)

Fa ja un temps de l’aparició de Podemos, suficient com per que ja pocs s’atreveixin a dir que és quelcom que passarà en 2 dies. El cert és que des de l’esquerra radical en molts sectors encara no sembla que s’acabi d’entendre el fenomen i s’intenta analitzar des d’una òptica que no permet comprendre’l. Sumat a la tendència a tractar allò aliè o que no es compren amb cert despreci o rebuig, es comença a apreciar a les bases dels moviments popular més rupturistes crítiques merament des de la distància identitaria, i viceversa en alguns cercles de podemos.

Per això he volgut fer un recull de material sobre Podemos explicat per la mateixa gent de Podemos, per intentar entendre amb quins anàlisis i quines categories es construeix aquest projecte polític. No hi ha cap referència al seu programa econòmic doncs ja se n’està parlant molt i alhora penso que aporta molt poca informació per la comprensió del projecte polític ja que Podemos tracta el programa econòmic merament com un element tàctic. Així doncs a continuació una petita selecció de materials amb una voluntat merament divulgativa:

Recull de materials

Segurament el material més accessible per introduir-se als conceptes i anàlisis que fa Podemos sigui aquest debat de Fort Apache titulat: “Podemos y el populismo”. Alhora és interessant veure’l contextualitzat amb les crítiques que reben, en aquest cas per part de IU.

https://www.youtube.com/watch?v=-q9oxr54X_Y

També són molt ilustratius dos materials d’Íñigo Errejón, un dels ideolegs de Podemos:

Com es pot comprovar fins aquest punt Laclau és un dels teòrics dels que més beu l’anàlisis de Podemos. Així doncs és oportú acabar entrant en més en aquest autor. Per fer-ho, us deixo l’article que es cita en el vídeo:

Aquest últim de lectura potser més densa és molt il·lustratiu sense necessitat d’entrar en totes les apreciacions sobre lògica que fa l’autor i que fan al text feixuc de seguir.

En aquest article de polèmica entre Laclau i Zizek, es troben alguns dels elements fonamentals que permet explicar les diferències polítiques entre Podemos i molts dels moviments rupturistes de base, és il·lustrativa la següent cita:

A estas alturas debería estar claro que no entiendo por «lo político» ningún tipo de área regional de acción, sino la construcción contingente del nexo social. Es por esa razón que la categoría «hegemonía» adquiere su centralidad en el análisis social. La consecuencia es que la categoría «formación hegemónica» reemplaza la noción de «modo de producción» como totalidad real autoabarcante. Las razones son obvias. Si el modo de producción no crea sus propias condiciones de existencia –es decir, si estas son proporcionadas externamente y no son un efecto superestructural de la economía–, esas condiciones son una determinación interna de la totalidad social primaria. Y esto es aún más evidente si añadimos que los nexos entre diferentes momentos y componentes del proceso económico son ellos mismos productos de articulaciones hegemónicas.

Com es veu, Laclau carrega durament contra Zizek i contra el marxisme en general. Val a dir que per fer-ho pren una carictaura simplista dels anàlisis marxistes i carrega durament contra ells. No crec que tinguin gaire a veure la visió marxista de caricatura que critica Laclau amb el marxisme contemporani d’autors com Lebowitz o Kohan.

Epíleg

No volia acabar aquesta entrada sense referenciar el intercanvi epistolar entre membres de Podemos i la CUP, doncs penso que és il·lustratiu i alhora interessant de rellegir amb la òptica dels materials anteriors:

 

Julià Mestieri – @julimestieri

El triangle socialista de Lebowitz

alternativa_socialista_0Resum personal del primer apartat del llibre «L’alternativa socialista: el veritable desenvolupament humà» de Michael A. Lebowitz (Edicions del 1979)

Abans d’entrar a parlar del triangle socialista cal destacar una observació que ens fa l’autor en la introducció del llibre. Per entendre la perpetuació del capitalisme cal que el plantegem com un sistema orgànic, com a sistema que s’autorenova. En paraules de Marx es tracta d’una «estructura social, en la qual totes les relacions coexisteixen simultàniament i es donen suport mútuament». Aquesta perspectiva en que tant la producció com la distribució i el consum es reforcen mútuament asseguren la reproducció del capitalisme com a sistema orgànic, és a dir, «el captialisme no és tant sols un sistema de producció sinó també de reproducció» de si mateix. Com deia Marx el capital tendeix a produir la classe treballadora que necessita i la classe treballadora és qui reprodueix al capital.

Sobre aquesta premissa Lebowitz reprèn la idea de Mészaros que «l’alternativa socialista requerix la reconstitució radical de la dialèctica de producció-distribució-consum». A aquesta qüestió respon la proposta del triangle socialista: riquesa de les persones, producció de persones i societat solidària

La riquesa de les persones

En aquest primer vèrtex del triangle Lebowitz recupera les observacions de Marx sobre mecanismes d’ampliació de la creació de riquesa d’origen social; que en el capitalisme s’atribueixen directament al capital. El primer d’ells, l’increment de riquesa produït per la cooperació de treballadors respecte el treball aïllat («treball combinat»), el segon, el llegat històric de generació rere generació en coneixements, maquinària i innovació que mica en mica permet incrementar la productivitat del treball.

La forma de trencar l’apropiació d’aquests avançaments socials per part del capital i permetre’n la distribució equitativa dels beneficis que produeix és la ja coneguda proposta de la propietat col·lectiva dels mitjans de producció. Sota aquesta premissa, ambdues formes socials d’increment de la productivitat retornen en tots els sentits a la pròpia societat que els desenvolupa.

Finalment, l’autor reflexiona sobre el concepte de riquesa i l’amplia més enllà del concepte de riquesa material. Recuperant a Marx diu: «què és la riquesa sinó la universalitat de necessitats individuals, capacitats, plaers, forces productives, etc., creades mitjançant l’intercanvi universal?». Finalment conclou: «La riquesa veritable és el desenvolupament del potencial humà».

La producció de persones

Aquest segon vèrtex el comença recuperant un apunt crític de Marx contra el socialisme utòpic de la seva època, però de gran vigència avui en dia. El socialisme utòpic proposava «que si canviem les circumstàncies de les persones ( com ara creant noves estructures, noves comunitats, etc. i inserint-hi les persones), aleshores esdevindran persones diferents per elles mateixes». Per contra senyala Lewobitz -citant a Marx- que aquest plantejament oblida les persones realment existents, i que són aquestes persones qui canvien les circumstàncies i que es canvien a elles mateixes en el procés. Posa, doncs, en primer pla l’acció dels subjectes.

De forma anàloga el ser humà es desenvolupa en la seva pràctica quotidiana, tant productiva, com reproductiva. Així doncs el desenvolupament en el si d’una societat capitalista amb pràctiques mediades pel mercat i l’interès privat tant en la producció com en el consum i les relacions socials en general contribueix al que descriu com «buidament complet», a la «alienació total» o a la «degeneració del cos i la ment» del treballador.

Plantejant l’alternativa, Lebowitz planteja que és necessari desenvolupar les potencialitats creatives i la cooperació, objectiu que només és possible en una societat sense una estructura alienada de control que s’imposi als individus. Així doncs els intercanvis productius i distributius han d’estar sota el control dels productors associats. Cada aspecte de la producció ha de ser lloc per la presa de decisions col·lectives, cooperant conscientment els treballadors en els centres de treball i en les seves comunitats, com a tasca col·lectiva i no sota dictàmens de tècnics i especialistes.

La societat solidària

Finalment, cal assegurar que el fruit del treball precedent pertany a tothom i no a un grup limitat. Per això l’autor critica el principi de l’interès propi, promulgat per Adam Smith com essencial per no «dependre de la benevolència» dels altres. Lewobitz critica aquest principi tant en la societat capitalista (interès propi dels propietaris), com en les cooperatives i en el socialisme (distribució d’acord amb el treball).

Així doncs mantenir l’interès propi com a palanca en cap procés de construcció socialista és inviable: «L’orientació particular infecta tots els costats del triangle socialista». En oposició a la separació de l’home dels altres éssers humans contraposa l’existència d’un «ésser comunitari» defensat per Marx.

La societat solidària és doncs el pressupòsit de l’activitat productiva, una activitat que es du a terme conscientment i col·lectivament per satisfer les necessitats dels altres. Aquest «caràcter comunal» de la producció ens permet avançar de l’intercanvi de valors a la producció determinada per necessitats i objectius comuns.

Julià Mestieri – @julimestieri

Contrapunt en suport a la PAH

Ahir, amb els coB29l9h5IgAASYG3mpanys de l’Esquerra Independentista preparàvem una kafeta en suport a la PAH, em vaig preparar una intervenció sobre la lluita de la PAH i el origen del problema més enllà de la bombolla immobiliària. Com que no va ser necessari fer-la us la comparteixo aquí.

La situació de crisis vital que genera a moltes persones el accés (o permanència) a l’habitatge és un fet contrastat en múltiples informes de moltes organitzacions i entitats. Només a tall d’exemple, un informe del Departament de Salut constatava que entre 2007 i 2013 s’han executat 79.043 desnonaments a catalunya, 43 per dia al darrer any. Dels desnonats, un 70% estava a l’atur i un altre 70% tenia grans dificultats per satisfer necessitats bàsiques (alimentació, aigua, electricitat….) [+]

Malgrat això, molts activistes de la PAH centren el seu discurs en una qüestió de drets que l’estat ha de garantir, parlen del dret a l’habitatge reconegut en la constitució espanyola i parlen de la bombolla i la cobdícia dels banquers que els han portat en aquesta situació. Aquesta mirada portada a les últimes conseqüències acaba portant a defensar que si cada un fa el que toca i es pot treballar viurem feliçment pagant habitatges -per sobre del seu preu- a costa de fer hores extres amb la suor del nostre front, i que el problema no és la banca sinó que s’ha de regular la cobdícia per que no sigui tant fora mesura.

El contrapunt.

Cal començar a ubicar d’on ve el problema de l’habitatge que ens ha portat ara a les situacions que viuen moltes famílies.

En el sistema socio-econòmic en que, per sort o per desgràcia, vivim la forma d’activar la producció en un àmbit o un altre és amb la inversió de diners, ja siguin públics o privats. Quan hi ha diners hi ha interès, estudis, formació, centre especialitzats, maquinaria, matèries primes, experts…. i sobretot hi ha llocs de treball.

En algunes economies de referència de la socialdemocràcia aquests sectors en que s’inverteix acostumen a ser sectors amb “un alt valor afegit”, investigació científica, innovació tecnològica i enginyeril i altres. En els països del sud d’europa, en canvi, en el que s’ha invertit principalment és en construcció per l’habitatge i pel turisme.

La realitat és que decidir en què invertir és un dels principals dilemes dels que tenen aquesta possibilitat, tant públics com privats. Els criteris alhora de decidir poden ser molts: el benefici social, la millora de la productivitat a llarg termini, el medi ambient, la seguretat laboral… Però la realitat és que pels inversors privats els criteris són bàsicament dos: seguretat de la inversió (recuperar els diners posats) i treure’n tant benefici com es pugui. I és per això que, en un moment donat de la nostra història recent, comença a créixer el sector de la construcció i immobiliari.

Cal tenir en compte que el construir immobles te un altre avantatge pels inversors respecte altres opcions. Igual que comprar or, els habitatges si bé amb el temps es deterioren tarden en fer-ho, i si hi ha un sistema legal que els protegeix (com és el cas de l’estat espanyol) poden mantenir-se buits a l’espera de canvis en la conjectura econòmica, esperant que sigui un bon moment per vendre i fer, com dèiem abans, el màxim de benefici.

A més la possibilitat de vendre els habitatges construïts estava assegurada per 3 costats. Per l’increment forçat dels preus del lloguer, per les facilitats a la compra que posava l’estat (p.e. desgravacions fiscals i propaganda) i per les facilitats als crèdits que posaven els bancs. Aquest trident és el que evoca a gran part de la societat a comprar habitatge molt per sobre del seu preu (la bombolla immobiliària).

Amb aquests mecanismes qui ha invertit s’assegura grans beneficis, doncs mentre el comprador tingui feina ha d’anar pagant el pis molt per sobre del que ha costat construir-lo, i quan no tinguin feina, no és problema, doncs el banc es queda el pis i el comprador ha de seguir pagant, així que s’assegura la inversió recuperant el pis i tot el que pagui el comprador és pràcticament benefici net. Una jugada perfecte.

Cal senyalar, doncs la proximitat dels subjectes que actuen aquí: fons d’inversors, grans constructores i banca. Si bé és difícil posar noms i cognoms el l’entramat de societats anònimes i en l’accionariat, és indiscutible que existeix un interès mutu i una estreta connexió de tots aquests actors.

Així doncs només resta veure la jugada que ens han fet, enlloc d’invertir en desenvolupar el teixit productiu (ja es fa a les economies del nord) ens hem quedat atrapats en aquest cercle viciós, que acaba per si fos poc, amb una gran massa de població aturada, sense expectativa de trobar feina i fortament endeutada, és a dir, una gran massa de població disposada a treballar del que sigui al preu que sigui. Bona època per tornar a fer negoci doncs.

Però aquí cal recordar una cosa, qui ha fet els habitatges som nosaltres, i un cop els hem construït, qui és ningú per venir-nos a dir que dormim al carrer?

Així doncs, patada a la porta i a seguir.

Julià Mestieri

Apunts breus. Cooperativisme i qüestió sindical

apunts suscitats per: https://twitter.com/Informatica_CGT/status/502556524812976128

Sindicats…

Com totes les lluites socials ‘parcials’ en la nostra societat capitalista, la lluita sindical és una lluita eminentment reformista (lluita per millores dins del sistema). Ara bé, a diferència d’altres té un gran potencial per convertir-se en quelcom més que una lluita per millores concrets. Aquesta particularitat li confereix el fet d’estar ubicada al nucli de la producció, on s’expressa amb més força la contradicció capital-treball. Per aquest motiu, els i les revolucionaries, treballem per convertir-la en una lluita política i de trencament amb el sistema capitalista.

El sindicat, i especialment el sindicat combatiu, és una eina tremendament útil pels treballadors i treballadores i la seva lluita d’emancipació. Aplicant la màxima d'”anàlisi concret en la situació concreta” es deriva que qui treballi ha d’estar sindicat com a eina d’autodefensa i d’ofensiva per les nostres vides i encontra de l’explotació.

Cooperatives…

Per desmuntar un mite, més enllà del que s’empenyin a dir els “militants cooperativistes” de les grans cooperatives, en les cooperatives pot existir i existeix explotació, segurament prenent formes més complexes que en una empresa capitalista clàssica.

Entesa com apropiació de plusvalia l’explotació existeix quan hi ha treball assalariat en el si de la cooperativa, com en el si de qualsevol empresa capitalista. Ara bé, el fet de que siguin els treballadors propietaris de l’empresa (que no sempre dels mitjans de producció) fa que haguem de considerar una segona forma.

obrero_coperativaEn inserir una cooperativa en el mercat capitalista i sotmetre-la a les seves forces i pressions, una cooperativa (igual que una pime o un autònom) pot acabar veient-se amb poca o nul·la capacitat de negociació amb els altres agents. D’aquesta manera les condicions de treball no les poden determinar els i les treballadores, sinó que venen imposades per la necessitat de vendre. Apareix l’apropiació o l’extracció de valor generat per la cooperativa a través de dinàmiques del “marcat”, dit ras i curt, treballar per menys del que val la pròpia feina per poder-la vendre. És una situació amb forts paral·lelismes amb la necessitat de vendre la força de treball al capital per poder subsistir. Aquesta problemàtica és la causa més típica de l’autoexplotació.

La batalla…

Arribats a aquest punt la pregunta seria, com es lluita contra aquestes formes d’explotació dins del coopertivisme actual?

És clar que per lluitar contra l’explotació típicament capitalista en el si del cooperativisme cal l’organització dels treballadors (a.k.a. sindicat). També cal dir que l’acció sindical s’ha d’adaptar al context i tenir en compte les dinàmiques (suposadament) més democràtiques d’una cooperativa i els mecanismes dels que si que es disposa i no es disposen en una empresa de propietat no col·lectiva.

Pel que fa a la apropiació o extracció de valor l’acció s’ha de dur en dues línies d’actuació. Una d’organitzativa interna per fer front a aquesta explotació amb l’eina més directe de la que es disposa: la pròpia cooperativa en mans dels treballadors. La segona és clarament l’acció social o militància política per canviar de base la nostra societat per defensar les nostres vides.

Dit això i responent a la pregunta (amb segones) que motiva el post:

la resposta és que clarament si, quan l’anàlisi concret de la situació concreta corrobori que es tracta d’una eina efectiva de lluita (revolucionària). El que he intentat exposar més amunt és que pot ser que en casos com el d’algunes cooperatives no és aplicable una translació.

Per acabar és indispensable mencionar el que alguns dels sindicats més combatius com la CGT o la COS estan començant a recuperar i que dona una altre dimensió al tema. Parlo del sindicalisme entès des d’una visió d’acció social, com a eina de lluita de classe més enllà del lloc de treball. Una visió de sindicalisme totalment necessària que basa la seva força en la solidaritat de classe, és la principal eina per lluitar en nous contextos d’explotació (autònoms, pimes, temporalitat…).

Si bé des dels sindicats s’ha d’exercitar aquesta lluita, també és cert que no és un àmbit exclusiu del sindicalisme i que la tendència és que cada vegada més gent es sumi a les accions individualment o des d’altres organitzacions rupturistes. Així doncs la lluita pel canvi de base s’ha de donar, però es dona tant des dels sindicats combatius com des d’altres organitzacions de classe.

 

Espero que aquests apunts puguin servir per suscitar un debat entre companyes.

Julià Mestieri (@julimestieri)